Kamikaze






Esa forma tuya de estar en el mundo;

Como si al mirar a lo lejos no tuvieras que adivinar el paisaje,

Como si las cosas que duelen supieran tu nombre o soñar despierta tuviera sentido porque pareces de verdad.

Como si el brillo de los ojos pudiese comprarse en un estanco.

Como si caerse no fuera más que la falta de suelo alrededor o el viento alguna forma de gritar.

Como si perderlo todo solo significara que puedes volver a ganarlo.

Como si nada importara lo suficiente como para dejar de respirar pero a veces se te hundiera el pecho en cada pestañeo.

Guardas el verano en tu mirada

Esa manera tuya de existir;

tan leve, dulce, crepuscular, distraída... Tan crucial.
Esa luz suave y tenue que te envuelve

Y el miedo voraz como esa luz suave y tenue que lo atrapa todo e impregna las noches oscuras que se trenzan en tu nuca y te acarician un cansancio dulce que llega cuando no puedes más porque a veces te rindes,

Claro.

Claro que a veces te rindes y prefieres callarte y atravesar los días sin reconocer la hipotermia o el pánico que te da girarte y que todo siga igual o que nada haya cambiado porque sigues teniendo claustrofobia a la soledad

Porque también tienes ganas de crecer en alto y tener algún sueño blanco que cubra la tristeza porque has dejado de querer estar triste todas las veces que miras y notas cómo se deshace dentro el tiempo y el hielo y se ahogan los lugares rojizos sabor sangre de tus pupilas...

Todo se termina en un leve parpadeo... Tú no.


Te dices: ‘
Nada me vence’.
y es verdad.

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