A este jodido desastre no sé ponerle título.






A ver quién te va a escribir ahora por las noches poemas de flores, y a bailar sin pisarte los pies, mirándote a los ojos y con todo el amor que nos comía.

A ver quién te va a arrastrar hasta morirte de ganas de follar contra el espejo, a ver quién te va a dedicar todas sus canciones y todas sus fotografías y todas las palabras que caían de mi boca.

A ver, dime, quién va a esperarte por las noches. 
A ver, dime, quién va a esperarte toda la vida. 

Quién va a dejar de comerse por dentro para comerte solo a ti. 
A ver quién va a dejar de buscarse para encontrarte porque solo encontrándote es capaz de dejar de buscarse.

Dime quién va a abrazarte, desde lejos, todos los días cuando pidas una caricia llena de sonrisas.

Dime quién va a reírse de ti, y contigo, y de todo; por todo. Dime. Quién.
Quién va a despertarte, cada mañana, con las ganas por los tobillos.

Dime quién va a aguantar tu mal humor, tus días tontos y tus tonterías. 
Dime quién va a resignarse,
a tener paciencia,
a seguir contigo pero sin ti.

Dime quién va a matar el tiempo, 
a acortar kilómetros,
a quedarse hasta que vengas.

Quién va a contarte sueños y a comerse tus pesadillas.
Dime, quién va a convertir tus días de sol en la lluvia más cálida del verano más frío.
Dime quién te va a tocar sin rozarte cada suspiro.
Dime quién va a tener hambre de ti a todas horas. 

Quién va a llorar por ti ahora.
Dime. Quién.
Quién te va a echar de menos por encima de cualquier kilómetro y a tachar el error de que no me hayas cometido.
Dime quién, ahora que no estoy yo, quién va a convencerte de que el invierno fue totalmente nuestro y que puedo ser primavera en cualquier estación de cualquier tren en la que tú me esperes.
A ver, dime, quién desharía todo el amor del mundo solo para hacértelo a ti.

Dime quién va a ser capaz de saltar por tu precipicio sin mirar el vacío que me has dejado;
dime quién va a arriesgar todo el miedo y su boca solo por un poco de realidad de tus manos.


No pregunto.
No respondas.
Nadie va a ahogar tus dudas,
nadie va a luchar tus miedos,
nadie va a colmarte de flores cuando llegues a casa,ni a besarte cada herida,ni a salvarte de tu propio estropicio.

Nadie va a escribirte una carta, ni a dibujarte un mapa del tesoro en su espalda para que no te pierdas, pero tampoco seas capaz de encontrarte.

Nadie va a escuchar tu voz y a prometerte un mundo entero entre sus piernas.



                                                            Nadie que no sea yo. 

Y la putada es que creas que ese 'yo' no soy yo;
y no te des cuenta de que el nosotros somos 'tú y yo',
y te hayas dado por vencido sin luchar por el pronombre personal de primera persona.
Que soy yo.
Y nadie más.




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