Entre cuatro paredes.
Los
domingos por la tarde son muy tuyos.
Cuando
suena la música le bailo sensual a tus dudas,
encima
de la mesa del salón,
esperando
a que aparezcas por la puerta.
Pero
está cerrada.
Ya no
me destrozas,
pero
empalmo los cigarros.
La
rutina me come,
ya que
no estás tú.
Y los
domingos se acuerdan de ti,
juro
que no soy yo.
Ya no
bebo, por si te veo por las esquinas.
Ojalá
verte doblarlas.
Fue
amor a primer polvo,
Fuiste,
eres y serás.
Del
verbo querer.
Te lo
resumo:
confundí
mis te quieros con tus ganas de follar.
Ya no
inspiras.
Sólo dueles.
Y yo
sigo imaginándonos sin mar, pero mojados.
Estaría
contigo hasta quedarme sin mí,
Y
comernos el mundo,
y volver a casa en autobús.
Han
venido a buscarme los recuerdos;
no
estoy. No os molestéis.
Se me
ha parado la vida, ¿lo oyes?
O lo
quieres un poco más fuerte.
Pregunto.
El
mundo es más bonito con nosotros follando,
y mira qué feo está todo.
Y ya no hay solución.
Eran
historias bonitas, con gente alrededor mirando,
mientras
nos queríamos,
Y me
cogiste de la mano, y todavía te noto.
La
tristeza se pone más triste pensando en ti.
Y la
soledad ya no está sola.
Lo más
bonito que hicimos por desamor fue comernos a besos los días de fiesta.
Lo peor
del amor, Joaquín, no es cuando al punto final de los finales no le quedan dos
puntos suspensivos.
Lo peor
del amor es mi cama sin él.
Es
primavera; y está helando.
Y yo me
muero de ti,
pero no
contigo.
Es
lluvia. O yo.
y el mundo sigue girando, como si nada.
y yo ya no te como.
Me
falta el aire que me has quitado,
y ahora
no sé cómo volar.
Y ahora
no sé cómo no caer,
No sé
cómo;
Ser.
Me he
visto acariciando la almohada, creyendo que tú.
Las
ilusiones te las puedes beber los viernes por la noche,
en vaso
corto;
y tragos largos.
Me he
comido cada uno de tus lunares a modo de desayuno,
y sólo
quedan restos,
que
rebaño cada noche.
Al
final, el final se escribe con sangre.
Y tengo
más cicatrices que suspiros te mereces.
Y
aunque los golpes, los cristales, los cigarros sin apagar, los destrozos, las
ventanas abiertas, las noches sin dormir, los precipicios sin mar, los sábados,
los espejos sin maquillaje, los vasos llenos de nada, las escaleras, mis
piernas, los rincones sin barrer,los veleros hundidos, las pestañas sin deseos, las persianas subidas..
Aunque
LA VIDA, mi vida;
que
sepas que
te quiero.
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