Deshojando.Me.
Intenté arreglarlo,
pero estaba roto.
Y no entendía cómo algo tan bonito podía estropearse tanto.
Ni cómo tanta agua cabía en un frasco tan pequeño.
Los monstruos no hacen cosquillas.
Y me estoy explicando de puta madre.
Mi casa es menos casa si no estás tú.
Y ya nunca estás.
Imagínate.
La primavera cada vez nos encanta más,
porque nos deshojamos sin que nos toquen.
Hablaba.
Hacía.
Y entre caricia y orgasmo,
el tiempo pasaba y la vida se iba.
Corriendo con nosotros.
Entre tanto y tan poco,
he aprendido a querernos en la distancia.
Nos llueven primaveras por las esquinas,
y colgamos ojalás en las ventanas,
por si las palomas.
No has aprendido a leer entre piernas.
Y así te va.
Te tocaría hasta la última melodía del último baile.
Un día de éstos verás.
O no.
Aunque me viene dando igual.
Pero eso;
viene y se va.
Me está susurrando Joaquín al oído.
Y qué te voy a contar.
Me da por reír, como a él.
Esta vez yo no quería quererle querer.
Pero.
Ya son más de 19 días.
Y a saber las noches que me quedan.
y que se sigan sumando,
ResponderEliminaraunque de todas maneras
ni los adiós
restan