sunrise.
y ella le pidió "muerde ahí,justo ahí".
eso eran sus ganas. Quería que de una puta vez desaparecieran.
y a eso que llamaba sentimiento,por calificarlo de alguna manera
se fuera;y no volviera nunca más.
y mientras él pintaba su mundo de color negro
ella lo teñía de amarillo,verde
o de cualquier droga que encontraba.
Lo cierto,es que él todavía tenía el poder de hacer de ella lo que quisiera.
y eso era lo que peor llevaba. y todavía le esperaba.
quería ser ella.otra vez.
la de siempre.
La que sonreía por las calles
y corría por los bares buscando una copa de cualquier cosa con hielo.
la que bailaba con las señales de tráfico
y se tropezaba por las aceras.
Pero llegaba él y sus ganas de comerla.
y meterse en sus piernas.
y entonces todo su sentido común y su lógica
se iban a la mierda,y ella también.
y acababa como todos los domingos.
Tendida al sol,
con una cerveza en la mano..
y en la otra su corazón.
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