Absurdo relato de un error o autorretrato de una suicida.



Coge aire que te vas a enamorar.

Pero nunca nadie te avisa de que después te va a faltar -el aire- y te va a sobrar todo lo demás,
que te vas a asfixiar, 
te vas a poner morado de hostias que te van a dar.

Como tú,
a mi.

Te definiría como el error de mi vida,
como un verso que no he besado,
como un tropiezo mal dado,
como una resaca que no he sabido vomitar del todo.

Tenías que mentirme para tenerme,
y me tuviste de verdad;
hasta que descubrí que las mentiras tiene la polla muy caliente, 
las manos muy inquietas, 
la mente fría, 
y los sentimientos rotos.

Como tú.

Me lo tragué todo sin mirar, 
sin respirar;
como el que se tapa la nariz para no saborear
pero yo te miré y te respiré;
y te tragué saboreándote con gusto.

Te quedaste en mi paladar, en mi lengua, en mi garganta, en mi esófago, en el estómago.
Me invadió la sensación más humana del mundo, me dejé la piel y las costillas por el camino;
y tú me violaste la boca y los ojos con esa lengua colmada de veneno.

Después de varios poemas, 
muchos tabaco, 
algunos vinos de más, 
canciones de lágrimas 
y algún polvo perfecto 
todavía no he aprendido a decirte adiós 
pero no sabes cuántas veces me lo he imaginado.

Que salga el sol por donde hieres,
que se me salga el sol por la boca;
porque estoy herida de vida sin ti;
pero tú estás herido de muerte con ella.

Perdona, es que me he visto queriéndote más de la cuenta y me he odiado por eso;
y odiarme a mí es odiarnos a los dos.

Todo parece que es ayer,
pero la rabia del principio solo es la nostalgia del final.


Ahora, así, a lo lejos -como siempre- a kilómetros de frialdad, desamor y puñaladas
queda un camino de vuelta precioso que ojalá te sepas de memoria;
'porque no estoy para tonterías, pero tú puedes volver cuando quieras.'

La putada es que nunca te quedó claro que la ruta de mis piernas era casa 
y que no hacía falta llamar al timbre para salvarte;
que podíamos joder a los vecinos llegando tarde al orgasmo 
y no me aprendiste como si fuese la palma de tu mano.

No te sabes mis lunares de memoria,
no te desquician mis manías,
no me preparas el desayuno,
no me cantas a susurros,
no me desvistes con la mirada,
no me acaricias el pelo, ni me das la mano;
pero espero que te la próxima vez que te corras, estés pensando en mi.
Que me inventes en tu cabeza,
que te drogues de mí,
que no me entiendas pero me escribas,
que te enciendas pensando en mis labios,
y no te evites al verte imaginándome.


Todo parece que es ayer,
pero la rabia del principio solo es la nostalgia del final.



'Al final, te estaré esperando
allí donde acaba este trago amargo;
al final, te estaré esperando
y me dirás si me he perdido algo.'

Lo canta Nacho;
y yo no lo digo,
pero lo pienso

y lo peor es que lo siento 
y me siento a esperar,
y me hago cada vez más pequeña,
más diminuta, 
más minúscula,
porque a cada hoja que florece te veo más lejos,
más allí y menos aquí.


Porque todavía no te has subido a cualquier autobús para convertirme en mayúsculas,
para dejar de lado la puta indiferencia y correrte para mí,
para hacernos arder en el frío de Madrid,
y asaltarme a corazón armado pidiendo la rendición de toda mi ropa ante ti.


No sé cómo desdecirte,
cómo desaprenderte,
cómo desonreírte,
cómo desquererte cerca,
cómo desoñarte,
cómo desdibujarte.
No sé cómo despedirme.

Me propongo un plan:

dejar de buscarte,
parar de escribirte,
olvidarme del 'para siempre',
deshacerme de la idea estúpida de girarme para encontrarte,

y, sobre todo,

 coger mucho aire porque la hostia no ha hecho más que empezar.



Comentarios

  1. Llega el momento en que siento que cualquier cosa que (te) escribo sobra.

    Todos cogemos aire contigo.

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  2. Ha sido tan impresionante... No, ha sido lo mas impresionante que he leído en blogger en mucho tiempo. Lo único que pensaba mientras lo leía era: "por favor, que no acabe". Y no, no acaba, de este texto, o poema, o arte (como prefieras llamarlo) no me pienso olvidar. Porque era bestia y dulce al mismo tiempo. Porque he sentido la puta desesperación, y el amor, y el placer del orgasmo. Lo he sentido todo, por eso solo me queda darte las gracias.
    Me quedo por aquí.
    Te admira, mucho,
    Maria

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  3. Te tengo que dar mil gracias <3 y mil sonrisas por leerme, de verdad. Y no sabes cuánto me alegro de hacerte sentir con lo que escribo (y siento)
    Muchísimas gracias, preciosa. :***
    Besos infinitos.

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  4. La hostia no ha echo más que empezar, a ver si con un poco de suerte, al fin me despierto con el golpe.

    Que los textos bonitos salen de gente bonita por dentro, y este no podía ser la excepción :)

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  5. De verdad, es precioso lo que escribes

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